sombras blandas
identificación
si partimos del concepto convencional de sombras blandas, todos sabremos definirlas, eso sï, diferenciando entre sombra como oscuridad, falta de luz, imagen que se proyecta desde un cuerpo opaco….y por otro lado todos tenemos conciencia de lo que es algo blando; algo tierno, suave, que cede fácilmente al tacto……
trabajar sobre sombras, construir con sombras nos empuja a recrear una nueva realidad, mas allá de su sentido establecido; revisar conceptos, huir del concepto básico entendido como negativo de la luz, invisibilidad, penumbra..etc , buscando la necesidad de hundir en la sombra lo demasiado visible y despojar su interior de cualquier adorno superfluo
reflexión
a partir de la búsqueda de nuevos caminos, siempre tenemos presente la figura humana, como generadora de sombras constante; huyendo de lo que normalmente se percibe según el sentido común
dentro de las nuevas acepciones de la sombra, apostamos por su capacidad de absorber el tiempo, el rastro humano, en cierta forma la erosión…
siendo siempre la luz el acontecimiento, el hecho de reflexionar sobre la representación de las formas proyectadas, nos lleva a una desmaterialización, a una descontextualización atractiva en el marco de nuevas estructuras visuales, a partir de infracciones de la representación clásica de una sombra.
realidad
para ello actuamos sobre una superficie monocromática (por contra un objeto doméstico…) donde ocurren una serie de cosas, donde estudiamos ese rastro antes referido, donde la sombra da la posibilidad al mundo de ensueño, rozando casi un mundo inmaterial; se pierden los contornos, se borran límites, dejando espacio para que nos aproximemos de una manera lenta, gradual, casi táctil, llegando a surgir un “locus” borroso, pero poblado de presencias.
intención de redirigir de nuevo la mirada, abarrotada de imágenes, la sombra siempre ”esta ahí”, es un reflejo que arrastramos, pero que nunca miramos, queremos iluminarla…
identificación
si partimos del concepto convencional de sombras blandas, todos sabremos definirlas, eso sï, diferenciando entre sombra como oscuridad, falta de luz, imagen que se proyecta desde un cuerpo opaco….y por otro lado todos tenemos conciencia de lo que es algo blando; algo tierno, suave, que cede fácilmente al tacto……
trabajar sobre sombras, construir con sombras nos empuja a recrear una nueva realidad, mas allá de su sentido establecido; revisar conceptos, huir del concepto básico entendido como negativo de la luz, invisibilidad, penumbra..etc , buscando la necesidad de hundir en la sombra lo demasiado visible y despojar su interior de cualquier adorno superfluo
reflexión
a partir de la búsqueda de nuevos caminos, siempre tenemos presente la figura humana, como generadora de sombras constante; huyendo de lo que normalmente se percibe según el sentido común
dentro de las nuevas acepciones de la sombra, apostamos por su capacidad de absorber el tiempo, el rastro humano, en cierta forma la erosión…
siendo siempre la luz el acontecimiento, el hecho de reflexionar sobre la representación de las formas proyectadas, nos lleva a una desmaterialización, a una descontextualización atractiva en el marco de nuevas estructuras visuales, a partir de infracciones de la representación clásica de una sombra.
realidad
para ello actuamos sobre una superficie monocromática (por contra un objeto doméstico…) donde ocurren una serie de cosas, donde estudiamos ese rastro antes referido, donde la sombra da la posibilidad al mundo de ensueño, rozando casi un mundo inmaterial; se pierden los contornos, se borran límites, dejando espacio para que nos aproximemos de una manera lenta, gradual, casi táctil, llegando a surgir un “locus” borroso, pero poblado de presencias.
intención de redirigir de nuevo la mirada, abarrotada de imágenes, la sombra siempre ”esta ahí”, es un reflejo que arrastramos, pero que nunca miramos, queremos iluminarla…
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